Publicado el 16 de ene de 2012 8:39 pm |
En una entrevista realizada por Clodovaldo Hernández para el diario Ciudad Caracas, Pirela dijo que si fuese opositor no le daría su voto a ninguno de los 6 precandidatos a las primarias de quienes adversan al Gobierno del presidente Chávez. Asimismo, dio el visto bueno a los cambios de gabinete efectuados por el jefe de Estado.
A continuación un fragmento de la entrevista, publicada en Ciudad Caracas:
—Si Miguel Pérez Pirela fuese opositor, ¿por cuál de los seis votaría?
—(Larguísima pausa) Por ninguno, sinceramente, y no por ser yo un activista de la causa revolucionaria, sino porque ninguno de ellos tiene el talante político para representar a un país como Venezuela. En todo caso, quien me parece que está hablando en nombre de todos y diciendo lo que otros no se atreven a decir es Diego Arria.
—El Presidente ha hecho cambios sustanciales en su gabinete. ¿Cómo los interpreta?
—En ningún país se cambia, al mismo tiempo, al vicepresidente, al ministro de Interior y Justicia, al ministro de Defensa, y al canciller. Esas cuatro personas, además, salen de Caracas. Es un mensaje que debemos interpretar: parece ser más importante descentralizar el poder y consolidar liderazgos regionales. Es necesario darle un voto de confianza a esta compleja jugada política. Desde la filosofía política, yo se lo doy.
—Desde su punto de observación privilegiado: ¿qué tan unido está el movimiento revolucionario de cara a las elecciones?
—La unión está bajo la figura del Presidente. Hay tendencias: yo las respeto y las acepto mientras no sea mafiosas o de personalismos que tratan de fraccionar. El liderazgo no se construye con juegos de ajedrez mafiosos, sino con una visión ética y política. Algunas de estas fracciones le temen a la autocrítica porque quieren crear pequeñas hegemonías. Hago 90 programas atacando a la oposición, pero si en los otros 10 cuestiono errores nuestros, se me tilda de contrarrevolucionario. Si Cayendo y corriendo deja de ser autocrítico, murió, como tantos programas que están muertos en vida. No me importa si un alcalde, un ministro, un gobernador o un presentador de televisión se ponen bravos conmigo.
—Usted vive un gran momento como figura mediática, pero suele suceder que alguien está haciendo un buen trabajo en un campo y lo trasladan a otro. ¿Si le ofrecen un cargo ejecutivo o la posibilidad de optar a uno de elección popular, dejaría Cayendo y corriendo?
—(Sin pausa, como la iguana) No aceptaría ningún cargo. El trabajo más importante que estoy haciendo es Cayendo y corriendo. Este programa no tiene como vocación promoverme.
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