Intelectual Miguel Urbano: “La mejor ayuda que podemos dar a la Revolución es no ser complacientes”

Por: Modaira Rubio /TP-FDA
Fecha de publicación: 15/12/11

 

Caracas, 15 de diciembre de 2011.- El escritor y periodista portugués Miguel Urbano Rodrígues, visitó Venezuela luego de una ausencia de cuatro años, para participar en el VI Foro Internacional de Filosofía, organizado por el Ministerio del Poder Popular para la Cultura. Su primera impresión fue positiva. “Encontré un país distinto al de la última vez que vine en 2007. La gente ha tomado más conciencia y es un gran avance”, resaltó.
Urbano indicó que las actividades que se realizaron durante el VI Foro en distintas regiones del territorio nacional, resultaron muy gratificantes porque le permitieron contemplar una realidad diferente a la de los grandes centros urbanos. “En Monagas, sostuvimos contacto con las comunidades. Vimos las viviendas que se están fabricando con la cooperación iraní y la capacidad organizativa de las personas en los sectores populares”, explicó.
Para Urbano, Venezuela es hoy la vanguardia revolucionaria de América Latina, “eso es indiscutible, así como Grecia lo es en Europa. Por eso creo que la mejor ayuda que podemos dar los intelectuales que apoyamos este proceso, es no ser complacientes sino advertir sobre los peligros que observamos y llamar la atención acerca de ellos, porque así como vivimos esta tempestad revolucionaria también puede surgir un huracán contrarrevolucionario”.
Urbano hace estas afirmaciones desde la experiencia. “Me permito decir esto, porque yo soy un viejo comunista - hace 50 años forma parte del Partido Comunista Portugués- que ha tenido el privilegio de ver muchas revoluciones y sus contrarrevoluciones; y sin copiar modelos, tampoco podemos obviar lo que nos dice la experiencia histórica”.
La iniciativa del Foro de Filosofía es un reflejo de la preocupación del Gobierno Bolivariano y de las fuerzas progresistas de generar un espacio para la reflexión del movimiento antiimperialista mundial. “Nos encontramos aquí personas de pensamientos muy diferentes, en algunos casos coincidimos en otros no, pero está muy clara la idea de que el imperialismo es el gran enemigo de la Humanidad, en especial su polo hegemónico estadounidense”, dijo Urbano.
El comunismo está muy lejos
Urbano no es nada dogmático en su análisis. “Yo tengo resistencia a seguir utopías. El comunismo como fase final del socialismo está muy lejos. Hasta ahora la Humanidad no ha sido capaz de construir un socialismo con condiciones para perdurar”, sentenció categóricamente.
“Por ello tengo mis reservas con las tesis del Socialismo del Siglo XXI, y  esa visión, para mí tergiversada, de los planteamientos del Che Guevara sobre el hombre nuevo que aquí se escucha mucho. Éste surgirá en la sociedad socialista. No es que en el capitalismo va a surgir el hombre nuevo para construir el socialismo”, prosiguió.
“Dentro de la perspectiva marxista, Venezuela es aún un país capitalista. Si extraemos el sector petrolero en manos del Estado del PIB, vemos que el sector privado tiene una participación muy importante en la economía y tiene poder”, destacó.
En esas circunstancias, el hombre nuevo no aparecerá. “Hace 20 años cuando se disolvió la Unión Soviética, el Partido Comunista de la URRS que tenía 18 millones de militantes, en pocas semanas se quedó sólo con unos pocos y eso nos demostró que no había ningún hombre nuevo sino millones de hombre viejos”, recordó.
Siguiendo de cerca lo que sucede en Cuba, Urbano prometió escribir su opinión sobre algunas observaciones que tiene en torno a determinadas medidas adoptadas por el gobierno socialista. “El mismo Raúl Castro ha dicho que el gran peligro en Cuba de desviación de su aproximación al socialismo, es ser destruida por dentro, por implosión, pues todavía existen dentro de la sociedad cubana sectores contaminados por la ideología del enemigo”, recalcó.
Socialismo científico vs Socialismo del siglo XXI
En la resolución de los conflictos internos dentro de las experiencias revolucionarias, Urbano concede gran peso a las herramientas teóricas. “Para mí no es válida la idea de reivindicar a Marx sin Lenin. De allí viene eso de creer que con los movimientos sociales se va a generar la transformación hacia el socialismo. Esto no va a conseguirse sin un partido revolucionario. Hay movimientos sociales buenos, otros no tanto, y otros que no responden a las necesidades del momento. La historia ha demostrado que sin una ideología científica y sin una organización revolucionaria, no hay un solo ejemplo de éxito en los procesos de liberación nacional”.
“La llamada vía democrática pacífica para tomar el poder, que es una de las categorías del Socialismo del siglo XXI, es una fantasía. Es falso que las instituciones creadas por la burguesía puedan ser usadas en contra de sus propios intereses sin una confrontación definitiva con la clase obrera, hay que poner los pies sobre la tierra”, advirtió.
 “En la actualidad, en ningún país de Europa hay democracia; hay dictadura de clases, es decir, dictaduras de la burguesía con fachadas democráticas. Por eso, también debemos tener cuidado con el uso del término democracia representativa”, que a su juicio, es otro de los pilares del llamado Socialismo del Siglo XXI.
Europa resiste
Con respecto a la situación en Portugal,  nos refiere lo siguiente.  “Somos una nación periférica, como Grecia e Irlanda. El pueblo portugués ha salido a las calles a protestar las medidas neoliberales impuestas por la Unión Europea. Ese ímpetu, es producto de la herencia que dejó la Revolución de Abril. Lo mismo pasa con el pueblo griego. Está allí sembrada la lucha de la resistencia contra el fascismo y el nazismo durante la ocupación italiana. La guerrilla contra Hitler fue un ejemplo heroico en toda Europa que logró expulsar a los últimos contingentes nazis del territorio griego, bajo la dirección del Partido Comunista (KKE)”, recordó.
“Cuando terminó la guerra, los comunistas estaban prestos a tomar el poder, pero nadie comenta el genocidio que los británicos cometieron en Grecia luego del Tratado de Yalta. Ningún periódico habla sobre esa masacre donde se aniquiló a miles de griegos para frenar una revolución. Sin embargo, esa herencia ha permitido los cambios actuales”, indicó Urbano.
“En Portugal, gracias al legado de la Revolución de los Claveles, que dejó una central obrera combativa, hemos logrado movilizaciones de cientos de miles de personas, algo antes inimaginable en un país como el nuestro”.
Finalmente, Urbano indicó que en esta fase histórica, la lucha contra el imperialismo es inseparable de la lucha por la construcción del socialismo.